domingo, 2 de noviembre de 2008

¡Nueva vida!

A veces la ironía de la vida nos lleva a creer que la perfección en la educación Colombiana lleva a entender un mundo difícil, pero las distancias de la misma con sus objetivos decae en una simple ineficacia de argumentaciones.

Hoy se quiere mejorar la educación con foros, seminarios y congresos que dictaminan solo lo que se expresa con inconformidad, con las ganas de arañar una tajada de oportunidades más ecuánime con la forma de vivir. Cosa errónea, cuando la misma vida a demostrado que no necesita de reglas y normas cerradas sin sentimientos; es hoy cuando el mundo promulga el valor del ser cuando asumimos lo que necesita sin siquiera preveer los desenlaces.

Hoy más que nunca creen que la educación debe ser más abierta, pero a su vez se deja cerrada para la perfección, el decreto 1278 de los nuevos docentes enmarca un compendio de cosas competitivas buenas, pero deja al margen lo positivo de competir, mejorando su propio nivel de conocimientos solo los docentes a criterio del alma; frena un proceso arduo donde solo queda mejorar los conocimientos y competencias con la voluntad, sin mejorar un estatus profesional, pero con las normas desaciertas del estado de una función docente.

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